Feliz partido de la marmota.

Hace un año, aquellos que posteriormente se convertirían en el Rugby Ávila Club debutaron en un campo de rugby. El encuentro se enmarcaba dentro de un triangular disputado en Salamanca junto al ADUS y el Valle del Jerte Rugby Club y que servía para que ambos equipos ultimaran su pretemporada.

Ha pasado un año y el partido de la marmota ha llegado. En dos fines de semana consecutivos, el Rugby Ávila ha disputado sendos encuentros contra aquellos mismos equipos que lo vieron debutar….

Feliz partido de la marmota.

Hace un año, aquellos que posteriormente se convertirían en el Rugby Ávila Club debutaron en un campo de rugby. El encuentro se enmarcaba dentro de un triangular disputado en Salamanca junto al ADUS y el Valle del Jerte Rugby Club y que servía para que ambos equipos ultimaran su pretemporada.

Ha pasado un año y el partido de la marmota ha llegado. En dos fines de semana consecutivos, el Rugby Ávila ha disputado sendos encuentros contra aquellos mismos equipos que lo vieron debutar. Un sentimiento extraño. Demostrar a aquellos que te vieron nacer que no has malgastado el tiempo. Que el frío, el calor, la lluvia, la nieve, los amistosos, el dolor y las lesiones han servido para algo. Demostrar que somos mejores que hace un año. Difícil tarea ante tan buenos equipos como estos pero nadie nos gana en ilusión…”ni en el tercer tiempo” (Buche dixit).

Ambos partidos demostraron la crudeza del deporte. Buenos minutos de juego del equipo local eran castigados con ensayos a cada error cometido.

Afortunadamente el rugby no se mide por el resultado. No para quién sabe de rugby. Se mide por la actitud, la entrega, el compañerismo, el comportamiento en el campo. El espíritu del rugby. Pudimos perder –y perdimos- pero nadie nos puede quitar la satisfacción de haber hecho correr y sudar a equipos que fueron mejores. La satisfacción de saber que lo has dado todo.

Y cuando volvamos a encontrarnos en el barro, bendito día de la marmota, volveremos a darlo todo y volveremos a hacerlos sudar. Porque volveremos mejor y más fuertes.

Cronista.

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